El texto describe las declaraciones de la secretaria de Comercio de Estados Unidos, Gina Raimondo, en relación con la prohibición efectiva impuesta por China a las compras de chips de memoria de la empresa estadounidense Micron Technology. Raimondo afirmó que Estados Unidos “no tolerará” esta acción y está trabajando en colaboración con sus aliados para abordar lo que considera una “coerción económica” por parte de China.
Raimondo expresó su oposición a las acciones de China contra Micron, argumentando que apuntar a una sola empresa estadounidense sin fundamentos sólidos es una forma de coerción económica que no será tolerada ni se considera exitosa.
La medida de China se produjo después de que el regulador del ciberespacio del país acusara a Micron de no superar su revisión de seguridad de la red y anunciara que los operadores de infraestructura clave no podrían adquirir productos de la empresa, lo que podría resultar en una reducción de ingresos.
Raimondo destacó que en el marco de las conversaciones del Marco Económico del Indo-Pacífico lideradas por Estados Unidos, se discutieron iniciativas para abordar la coerción económica por parte de China. También mencionó que planteó el problema de Micron en una reunión con el ministro de Comercio de China, Wang Wentao.
Además, Raimondo afirmó que el acuerdo IPEF (Iniciativa de Proyecto de Inversión en el Indo-Pacífico) y otros aspectos de las conversaciones son consistentes con la Ley CHIPS (Creating Helpful Incentives to Produce Semiconductors, por sus siglas en inglés) de Estados Unidos, que busca fomentar la producción nacional de semiconductores. Raimondo indicó que Estados Unidos da la bienvenida a la participación de empresas de países involucrados en el IPEF, como Japón, Corea y Singapur, en la financiación de la Ley CHIPS.
